sábado, 12 de noviembre de 2022

La contrareforma

El espíritu de la Contrarreforma se extendió especialmente en España e Italia, donde el catolicismo resultó apoyado por el Estado monárquico, cuando este unió filas en torno al Vaticano. 

Los cristianos que no aceptaron la reforma luterana, no abandonaron la idea de reformar la Iglesia, motivo por el cual se reunieron en Trento, en mayo de 1545, convocados por el Papa Paulo III. Este Concilio duró hasta 1563 y fue uno de los instrumentos que sirvió para frenar el avance de los protestantes.

En Trento se señala a la Biblia como texto único y oficial de la Iglesia, se concretan y definen los Sacramentos y se organizan obispados y parroquias.

En este período surgieron dos elementos que reformaron y actualizaron el pensamiento católico: uno, a nivel espiritual, conocido como el misticismo que suponía la proximidad a la divinidad a través de la imaginación y de la meditación; y el otro, el movimiento reconquistador del terreno ganado por los protestantes con la fundación de la orden de los Jesuitas por Ignacio de Loyola en 1534.



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RUPTURA RELIGIOSA: REFORMA Y CONTRARREFORMA